Siempre he pensado que me gustaría asistir a una rueda de prensa de las que se celebran en Moncloa tras el Consejo de Ministros de los viernes. No por el contenido —que parece bastante soporífero— si no más bien por una curiosidad personal: por ver en plena acción a parte de nuestros principales gobernantes. Considero que analizando cómo hablan, se mueven, responden, actúan e interactúan las personas se puede intuir su talante y talento, algo que todo ciudadano deberíamos conocer de primera mano de aquellos que nos gobiernan.
Como periodista experta en agricultura no puedo acceder a estas citas semanales y por ello debo conformarme con verlas por televisión, en vídeos on-line o a través de los análisis de mis colegas, los periodistas de política.
Pocas veces se exponen asuntos agrarios en estas ruedas de prensa, pero varios de los últimos temas que se han presentado, curiosamente, han causado la sonrisa de la vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
La primera ocasión fue el pasado 10 de enero, cuando ante las explicaciones del ministro de Agricultura, sobre la nueva norma del Ibérico, la vicepresidenta sonrió al convertirse, de forma inesperada, en una especie de azafata que sujetaba las bridas de colores que le pasaba Arias Cañete. [Ver vídeo].
La segunda fue el pasado viernes 7 de marzo, cuando las sonrisas de Sáenz de Santamaría se prodigaron cuando explicaba el plan de ayudas llamado PIMA Tierra 2014, y que no es otra cosa que un nueva edición del Renove de maquinaria agrícola. Viendo este otro vídeo, [minuto 10,50] no se sabe bien si las sonrisas de la vicepresidenta las causa las complejas condiciones del plan o las caras de sopor de los avezados periodistas de política. En opinión de varios analistas políticos del programa La noche en 24, [minuto 01:17:00] las muecas de la portavoz del Gobierno podrían deberse al tocho que estaba contando, a la palabra achatarramiento o a las sonrisas de dos personas de su equipo que estaban sentadas en primera fila.
Sea el motivo que fuese, lo que personalmente me hubiera gustado es que alguien les explicara a la vicepresidenta y a los periodistas que la escuchan semana tras semana que la importancia del PIMA Tierra no está sólo en la renovación del parque de tractores para reducir las emisiones contaminantes o mejorar la eficiencia energética que promueve el Plan de Impulso al Medio Ambiente, PIMA.
La renovación del parque de tractores contribuye a mejorar las condiciones de trabajo de los agricultores (que son los que producen nuestro pan de cada día) y en unos pocos casos (menos de los que se quisieran) se consigue eliminar del parque tractores viejos e inseguros que, año tras año, causan más de 50 muertes por vuelcos de tractor. [Ver tabla perteneciente a un informe de siniestralidad laboral de UGT] Por ello, ese achatarramiento que causa la risa de Soraya Sáenz de Santamaría es fundamental, puesto que evita que esos tractores vuelvan a venderse en el mercado de segunda mano, que, a causa de la crisis, ha crecido considerablemente.
No obstante, algo debió de intuir la vicepresidenta, que tras contar las novedades del PIMA Tierra comentó irónicamente a los periodistas: «Veo que a ustedes les ha interesado… (sonrisa)». Y añadió: «En el campo esto interesa mucho y es importante. Además, también es una medida de competitividad: vehículos más modernos y más cómodos, porque las tareas no son ni fáciles, ni sencillas, más bien duras».
Pues eso: que si las cosas del agro se contaran mejor, otras caras y otro interés se pondría.
Hola de nuevo, Elisa,
como bien dices las burbujas son numerosas y de un modo u otro hay una para cada persona. Pero más allá de ello, el desconocimiento que existe del mundo agrario es inadmisible en aquellos que nos gobiernan. Ese sopor y muecas son sencillamente propias de quienes creen que su burbuja es más importante que la del vecino, y me da igual que sean compañeros de profesión. No soy corporativista.
En el sector agrario hay ramas más competitivas que otras, algunas de las cuales llenan los telediarios cuando hay que hablar de exportación y de algún dato positivo de nuestra maltrecha economía nacional, es decir, de la agricultura se dan cuatro datos cuando interesa políticamente destacar algo, pero a la hora de la verdad el desconocimiento y el ninguneo es impresionante. En fin, soy de los que piensa que el hombre es bueno por naturaleza, si miramos hacia el campo, concretamente el agricultor y el ganadero son buenos por naturaleza; pero cuando hablamos y miramos a las esferas políticas y a los empresarios con intereses mediáticos, sin lugar a dudas soy de los que piensa que «el hombre es un lobo para el hombre».
Un abrazo para todos tus lectores.
Totalmente de acuerdo, José Antonio. Al sector agrario se le ningunea bastante, sobre todo por el gran desconocimiento que hay de él.
Por eso insisto en que hay que comunicar mejor las cosas del agro, para hacerlas más accesibles a la sociedad, al ciudadano. En ello, periodistas y políticos tenemos un considerable papel, y quizás en este caso en concreto, alguien debería haberle explicado a la vicepresidenta la importancia de esta norma, para que la hubiera transmitido mejor, en lugar de soltar sonrisas que más bien dan pie a lágrimas.
¿Crees que algún día veremos que el sector agrario reciba la consideración que se merece?
Un abrazo y mil gracias de nuevo.
Buenos días, Elisa,
¡No se le puede pedir peras al olmo! Esta señora, política de profesión, se cree el ombligo del mundo, no por ella, sino por el cargo que ostenta. Cree la portavoz que las buenas gentes de este país están preocupadas por sus comparecencias semanales; cree que los españoles creemos en la política y que nos rasgamos las vestiduras por ideologías; cree que sus debates sobre lo que hacen otros como ellos (llámese PSOE, UPYD o IU) es de interés general; cree que en sus manos está el destino de los ciudadanos; y cree que la escuchamos con atención.
Imagínate, Elisa, creyendo todo eso como cree Soraya Sáenz de Santamaría, ¿va a tener tiempo la buena señora de poner los pies en el suelo? Intuyo que está más cómoda en su mundo imaginario. Ella y los muchos que viven en esa burbuja.
Buenos días José Antonio ¡Y buena semana!
A lo que yo voy es que hay que comunicar bien las cosas, también las del sector agroalimentario, para que los políticos y los periodistas generalistas sepan su relevancia y así lo puedan transmitir a la sociedad. Todos vivimos en nuestras burbujas personales (algunos más que otros), pero si se nos explican bien las cosas, podemos ver más allá de nuestro árbol y mirar el bosque.
Ya sabes que, a parte del sentido común, —que a veces es el menos común de los sentidos— muchas veces lo que falla es una buena comunicación y aquí creo que alguien debería haber contado la importancia de renovar el parque de tractores, sobre todo para quitar el sopor y las muecas de la rueda de prensa.
Y supongo que las sonrisas de Sáenz de Santamaría sobre los asuntos agrarios han sido mera coincidencia, pero ¡alguien tenía que contarlas! ¿No? Ya que muchas veces los periodistas no podemos ni preguntar en las ruedas de prensa, por lo menos ¡que podamos analizar lo que vemos!
Muchas gracias por tus palabras y tu tiempo. Te lo debo 😉